In Memoriam Obispo Manuel Ángel Mendoza

El 28 de febrero de 2020, los cielos abrieron sus puertas para recibir a un triunfador que peleó su última batalla y ahora es más que vencedor. Un hombre de fe cuyo testimonio ha impactado la vida de generaciones, familias y personas en el Ecuador y más allá de sus fronteras: el obispo Manuel Ángel Mendoza.

Su nacimiento fue un 2 de octubre 1942 en el Recinto Santa Anta, en la Provincia de Manabí. Siempre fue un hombre trabajador y diligente.

En el año 1972, la Iglesia de Dios aún se estaba estableciendo en el Ecuador, gracias al ministerio del Pastor Alfredo Bochán. Se celebró la Primera Convención Nacional de la Iglesia de Dios, y en ese mismo año, el obispo Ángel Mendoza entregó su vida a Dios, comenzando casi inmediatamente su labor ministerial.

Sus primeros pasos en el servicio al Señor los dio en la Iglesia de Dios de La Chala. Con la humildad y abnegación que lo caracterizaba, trabajó en el Ministerio de Limpieza y Ornato de dicha iglesia local. Luego fue nombrado presidente de jóvenes de esta misma congregación, cumpliendo una labor eficaz y muy ejemplar.

Se ganó la confianza del liderazgo de la Iglesia de Dios, por lo que obtuvo la designación de Presidente Nacional del Departamento de Jóvenes. Durante su gestión, en 1975, se llevó a cabo la Primera Convención Nacional de Jóvenes en Relicario Palestina, cantón Daule.

Luego, dedicó su vida al ministerio primero como co-pastor, hasta que el 15 de junio de 1977 se hizo cargo del pastorado principal de la iglesia en la Calle Francisco Segura y Salinas en Guayaquil. Ministerio que cumplió durante 12 años, liderando junto a su familia: su esposa, la hermana Margarita Vega y sus hijos: Ángela, Richar y Janet.

Durante ese periodo, además de presidir abnegadamente la iglesia local, estableció hasta 5 iglesias hijas en las comunidades de alrededor. Su trabajo evangelístico permitió que la Iglesia de Dios entrara en lugares como el Guasmo. Acompañó al pastor Bochán, fundador de la Iglesia de Dios en el país, en la tarea misionera, sin importar los peligros a los que se enfrentaba.

El obispo Ángel Mendoza, fue el primer ministro ordenado de la Iglesia de Dios del Ecuador.

Su testimonio fiel a Dios y su amplia trayectoria pastoral lo llevaron a convertirse en Supervisor Nacional, en el año 1992, cargo que ocupó hasta el año 2006, siendo sucedido por su hijo y discípulo, el Obispo Richar Mendoza.

La administración obispal del pastor Ángel Mendoza se caracterizó por un cuidado hacia las familias pastorales y también por la formación de nuevas generaciones de ministros.

El fruto de su labor se puede ver en los actuales líderes de la Iglesia de Dios nacional, quienes tuvieron como primer impulsador de su tarea pastoral, al Obispo Ángel Mendoza. Un claro ejemplo es nuestro supervisor actual, el Obispo Jimmy Argüello.

Sus hijos también aportaron al ministerio de la iglesia. Su hija Ángela se dedicó al servicio de la niñez en riesgo y al liderazgo local de la iglesia. Su hija Janet, fue colaboradora en distintas áreas y trabajó en el Seminario Sudamericano. Su hijo Richar ha realizado una carrera ministerial encomiable, hoy es el Superintendente de la Iglesia de Dios en Sudamérica Norte.

Después de servir como Supervisor Nacional, el pastor Ángel Mendoza se dedicó al pastorado de la iglesia local, a la visitación de iglesias, al acompañamiento de pastores y al trabajo misionero.

Hoy agradecemos a Dios por la vida del Obispo Ángel Mendoza. Sabemos que descansa en los brazos del Padre Eternal. Y creemos que, como el apóstol Pablo, hoy él puede decir: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo. 4.7).

 

 

PALABRAS DEL DR. DAVID RAMÍREZ

 

Obispo Richar Mendoza, María de los Ángeles, Margarita, Angela, familia, pastores y amigos.

De mi parte y también de Fernanda, reciban nuestro más sentido pésame por la pronta partida a la presencia de nuestro Señor, de nuestro amado Angelito Mendoza, pastor, obispo, doctor y amigo.

Fue el año 1992 cuando lo conocí personalmente y desde ese momento marcó mi vida y la de toda mi familia. Transformó nuestra perspectiva de lo que significa ser un amigo pastor. Su generosidad estuvo presente en todo lo que hizo. Se brindó sin reserva, entregándolo todo por amor. Su ausencia se sentirá incluso de lejos, y desde la distancia nos seguirá inspirando transmitiéndonos lecciones de humildad, afecto sincero y amor incondicional.

Por la manera de vivir su vida y hacer el ministerio le “será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y salvador Jesucristo” (2 Pedro 1:11).

 

 

COMITÉ EJECUTIVO INTERNACIONAL DE LA IGLESIA DE DIOS

 

El Supervisor General y Comité Ejecutivo Internacional celebran la vida, testimonio y ministerio del Obispo Ángel Mendoza. Lamentamos su prematura partida y oramos por el consuelo de Margarita, su digna esposa, hijos, familia, amigos e iglesia. Hasta pronto compañero de milicias.

“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombre del Omnipotente” (Salmos 91:1)