Saludos mis amados hermanos, les presento a la persona que está a lado mío, él es mi padre Lucas Valencia, a él le pregunté algunos detalles de mi iglesia donde nací, es una de las iglesias más antiguas de las Asambleas de Dios, tanto así que mi pastor el fin de año pasado cumplió 100 años de edad.

     Quiero presentar mi tesis por qué es importante trabajar en la niñez no sólo como un Departamento de Escuela Dominical, por años hemos estado acostumbrados a pensar en la niñez como escuela dominical, y eso estuvo bien por un buen tiempo, cuando se le ponía mucho énfasis al trabajo con los niños, de hecho muchas iglesias han nacido trabajando con  los niños, pero con el paso del tiempo uno de los fenómenos espirituales que se han dado es que empiezan con niños solo para atraer a los padres y luego se olvidan de ellos, en otros casos, una vez que levantan una iglesia para adultos toman a la Escuela Dominical tan livianamente que no invierten en la niñez, muestra de eso es que crean proyectos, programas, servicios, aniversarios pensando en los adultos y no en la niñez, la iglesia donde yo nací hoy tiene alrededor de 55 años cuando yo llegué a la iglesia ella tenía un poca más de 10 años hoy lamentablemente solo cuenta con aproximadamente quince personas adultas en la membresía y todos muy adultos, de ahí aprendo una realidad que mis maestros en alguna vez me dijeron, “una iglesia sin niñez es una iglesia sin futuro” y yo añado que una iglesia sin jóvenes es una iglesia sin fuerza.

      En algún momento nuestros pastores que nos antecedieron se descuidaron mucho de eso, a mis quince años de edad todavía habían jóvenes que amaban y querían ser ministros de Cristo y muchos de ellos son los pastores de hoy, pero así mismo las nuevas generaciones de hijos no fueron instruidos como la generación anterior y por eso es la falencia actual de la falta de obreros  al servicio, solo nos preocupamos porque nuestros hijos se instruyan en alguna profesión pero no para ser ministros, entiendo que el descuido pastoral de algunos líderes hicieron que muchos de nuestros ministros se decepcionaran del ministerio y no instruyeron a sus hijos para que ellos también sean ministros del Señor y por otro lado muchos de nuestros hijos vieron el sufrimiento y la desatención pastoral ante las necesidades a sus padres; por eso muchos jóvenes no quieren ser ministros de Cristo ahora.

    Hoy es nuestro momento de transformar la historia de nuestra iglesia, si algo hicieron mal nuestros padres, hoy que podemos ver sus fallas podemos mejorar, pero también debemos ver todo lo bueno que ellos hicieron para repetir en esta generación naciente, cosas buenas como la búsqueda del poder del Espíritu Santo, creer en los milagros, en la gloriosa provisión divina, en un Dios extraordinario, en el poder de la oración y reclamar para esta generación las lluvias tardías de bendiciones y el derramamiento de su Santo Espíritu sobre nuestros hijos, qué más que lo podamos hacer desde la iglesia de niños, donde podamos evangelizarlos y adoctrinarlos para que crezca sanos y fuertes, no tengamos miedo de estos cambios, porque mientras nosotros tenemos temor el diablo le está metiendo basura a nuestros niños en las escuelas, colegios, programas televisivos, calles, etc. Necesitamos levantar una nueva generación de niños que evangelicen niños, que entren donde los adultos no pueden,  la mejor herencia que podemos dejar a nuestros niños no es plata, ni oro, sino la presencia de Dios en sus vidas que es la que los va acompañar más allá de la muerte. Amen.

   Iglesia para niños, es la poderosa iglesia que Dios va a usar en esta nueva generación, los niños también son vidas importantes para Dios, recordemos que Jesús reprendió a sus discípulos, tengamos cuidado que no estemos repitiendo esta acción de los discípulos.

 

Autor: Ptr.  Alex Valencia